sábado, 6 de agosto de 2011

Mentira y expiación

 

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¿Por qué mentimos?

 

¿Mentimos por mentir?, ¿Mentimos por que creemos que es lo mejor?, ¿O solo creemos que mentir significa dejar de lastimar (un poquito) a quién dirigimos nuestra mentira?

 

 

Como sea, todos mentimos, mentimos cuando creemos que creerán lo que decimos, mentimos cuando no queremos encarar la verdad, mentimos incluso sabiendo que saben la verdad... "mientras más grande es la mentira...más fácil es creerla"

Aunque creo que la mayoría mentimos por no querer lastimar, se vuelven mentiras que creemos necesarias, decimos "te amo" cuando no es verdad, porque no es tan sencillo decir que ya no se ama...o quizás es que si se ame, pero no de la manera que el otro quisiera...

Mentimos a nuestros padres cuando creen que somos de una forma cuando dentro de nosotros sabemos que no somos lo que ellos quisieran...

Mentimos y decimos la verdad, decimos la verdad y terminamos mintiendo, por que tal vez la verdad no es esa, aunque lo deseemos con todas nuestras fuerzas...

Y así, la mentira se vuelve cotidiana, inmiscuida en nuestras vidas y nuestras acciones, se vuelve parte de nosotros...

Algunas noches, cuando el sueño no llega, quizás reflexionemos acerca de lo que está mal, o lo que pudo estar mejor, expiamos nuestras horrorosas vidas, nuestras culpas, nuestros más grandes temores aparecen...¿Cuál es la consecuencia?

Herimos, lastimamos, nos arrinconamos en una esquina de nuestra soledad y gemimos el perdón del dolor...

Aunque la verdad acerca de la verdad...es que duele tanto, por eso mentimos, para sentirnos brutalmente parte de algo... y sufrir el dolor de saberse vivo...

Funeral blues

 

Stop all the clocks, cut off the telephone,
Prevent the dog from barking with a juicy bone,
Silence the pianos and with muffled drum
Bring out the coffin, let the mourners come.

Let aeroplanes circle moaning overhead
Scribbling on the sky the message He Is Dead,
Put crepe bows round the white necks of the public doves,
Let the traffic policemen wear black cotton gloves.

He was my North, my South, my East and West,
My working week and my Sunday rest,
My noon, my midnight, my talk, my song;
I thought that love would last for ever: I was wrong.

The stars are not wanted now: put out every one;
Pack up the moon and dismantle the sun;
Pour away the ocean and sweep up the wood.
For nothing now can ever come to any good.

Wystan Hug Auden